viernes, 5 de noviembre de 2010

Epecuén


...Carhué enfermó raramente y Epecuén, desconsolada, en una noche de luna llena comenzó a correr lejos y cada vez más lejos de su tienda hasta que cayó al suelo y de tanto llorar por su amado, sus lágrimas se convirtieron en una inmensa laguna que la fue haciendo desaparecer en su interior... 

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